El galardonado Restaurante TAK en Estocolmo diseñado por Wingårdhs. Una mezcla del estilo nipon y nórdico

Frida Ronge se encuentra entre los artistas que han logrado elevar las materias primas suecas a niveles japoneses. Su taller es la cocina, su lienzo la mesa puesta para una comida. Con el restaurante Tak (Roof), se le ha dado una tienda completamente nueva para trabajar, una establecida expresamente para crear un encuentro nocturno perfecto entre los nórdicos y los japoneses. El nuevo restaurante se encuentra en Brunkebergs Square, en el centro de Estocolmo, en un antiguo edificio de oficinas de los años setenta. Pero la ubicación en los dos pisos superiores dotó al espacio de oportunidades para hacer mucho más. Cuando se decidió reemplazar las paredes circundantes con vidrio, la sensación de confinamiento se abrió como una bocanada de aire fresco.

La revista Wallpaper otorgó a Tak una porción en primer lugar en la categoría de Mejor Restaurante Nuevo para sus Premios de Diseño 2018.

«Hemos trabajado para cumplir con las ambiciones gastronómicas del chef Ronge con nuestro diseño de interiores. Nos hemos inspirado en los métodos japoneses de diseño de espacios, pero hemos utilizado una paleta nórdica de materiales», dice Helena Toresson, arquitecta principal de Wingårdhs.

El carácter del edificio de los años 70 también da sabor al interior. La fascinación estructuralista con los sistemas y la flexibilidad no está muy lejos, se puede discernir en las pistas en el techo y en los pisos de concreto pulido. El juego de las pantallas con abierto y cerrado, los ritmos de los techos.

«En el centro del restaurante tenemos los sofás que compiten con las mesas con vistas. Los sofás enmarcan a los invitados en sus cabinas y le dan al lugar la delicada flotabilidad de un estanque de lirios flotantes. Un elemento poético en la expresión por lo demás tan racional «, dice Gert Wingårdh, arquitecto responsable.

Jasper Morrison, uno de los seis miembros del jurado, explica en una entrevista con Wallpaper, que Tak ganó su voto debido al «contraste del interior bastante delicado, jugando contra las estructuras brutalistas que lo contienen«.

«La tradición de los muebles nórdicos brindó una buena base. Desarrollamos una serie de nuevas tablas que se adaptaban bien a la silla Lightwood de Jasper Morrison «, dice David Regestam, arquitecto de proyectos en Wingårdhs y el diseñador de las mesas. «Diseñamos pantallas, techos, collares de cabinas plisadas, banquetas y bares, y nada de eso hubiera sido posible sin lo que aprendimos aquí en casa y en Japón».

Un vuelo más arriba de la elegancia sutil del restaurante, nos encontramos con un bar más directo y sencillo. Aquí la atmósfera está dominada por el murmullo de la gente, la música, las miradas vacilantes. La terraza de la azotea orientada al sur es el punto focal, una casa bien equipada para la imponente vista de Estocolmo.

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