Sandra Tarruella Interioristas diseña el nuevo restaurante Panino Giusto en Milán con guiños al diseño italomilanes de los 50/70

El nuevo restaurante en San Babila (Milán) de la cadena Panino Giusto, nace de la idea de seguir las premisas del primer proyecto que Sandra Tarruella Interioristas hizo en Largo Carrobbio y al mismo tiempo adaptarse a las nuevas exigencias del cliente y del nuevo local.

Nos lo cuenta Sandra Tarruella Interioristas,

De esta manera sigue presente, aunque de manera más sutil que en el anterior, el guiño al diseño italomilanes de los 50/70, conjuntamente al uso de los colores históricos de Panino Giusto, el rojo, el verde, el blanco/beige. Conseguimos así una mezcla que, como en Largo Carrobbio, nos ayuda a crear una atmosfera donde el cliente al entrar puede percibir y sentir la esencia de Panino Giusto.

Además de eso, en San Babila, tuvimos tres elementos importantes que influyeron en el resultado final: la posibilidad de tener una terraza cubierta en pleno centro, reutilizar al máximo lo que había en el local y emplear unos materiales muy resistentes que respondieran a la alta afluencia del local.

Al mismo tiempo que reaprovechábamos mesitas existentes, iluminación en techo y instalaciones de aire, teníamos la prioridad de conseguir un ambiente cálido y acogedor.

Por eso hemos mezclado materiales más “de batalla” como el gres porcelanico del pavimento y de las mesas comunitarias, los sobres de formica de las mesitas recuperadas, y los conglomerados de piedra y resinas de las barras, con materiales nobles como la madera de nogal y de roble, el ónix retro iluminado y el hierro.

La posibilidad de tener una terraza cubierta, nos ha dado pie a recrear la idea de un invernadero con la perfileria lo más fina posible para que pudiera entrar al máximo la luz natural y muchas plantas para obtener un ambiente fresco, luminoso y agradable en el medio de la ciudad.

El cliente después de pasar por el ”jardín de invierno” viene recibido por una gran barra con la vitrina de embutidos de Panino Giusto y queda entretenido por los colores y el movimiento de la cocina vista además de venir arropado por el color verde que caracteriza las paredes y el techo de todo el local.

De allí puede subir al altillo o bajar al comedor interior donde la barra de cocktail preside el espacio conjuntamente con las mesas comunitarias que con los colores de las piezas de gres que conforman los sobres y el suelo por debajo de ellas crean un juego de sube y baja como si fuera una alfombra.

La pared recuperada de ónix retroilluminada, integrada con lamas de madera de nogal con el techo, y la librería llena de productos nos otorgan luminosidad, calidez y color además de acompañar el cliente hasta el último espacio más reservado e intimo con mesas componibles y una gran librería con chimenea.

Responsable de Proyecto: Cecilia Moret
Colaboradores: Núria Calderón, Anna Torndelacreu

Información e imágenes facilitadas por cortesía de Sandra Tarruella Interioristas

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