Las sillas Louis Ghost y la luminaria Taj aparecen en el clip de la artista catalana

Entre los elementos protagonistas destacan dos productos emblemáticos de la marca italiana Kartell. Las sillas Louis Ghost diseñadas por Philippe Starck, son unas de las protagonistas del vídeo, donde aparecen con un acabado ahumado. En una de las escenas más comentadas, dos de estas emblemáticas piezas ‘hacen el amor’ de forma lúdica y metafórica, asumiendo un rol casi performativo dentro de la narrativa visual.

La Louis Ghost, inspirada en la estética neobarroca del mobiliario Luis XV y lanzada por Kartell en 2002, se ha consolidado como un icono del diseño contemporáneo. Fabricada en policarbonato mediante moldeo, su transparencia, resistencia y versatilidad la han convertido en un referente de interiores y espacios públicos. Su reinterpretación ahumada en el videoclip aporta una textura visual distinta, acentuando la atmósfera íntima y enigmática de la escena.

Este uso creativo y celebrado de la Louis Ghost en un contexto audiovisual moderno reafirma la influencia de Kartell en el universo del diseño contemporáneo. Más allá de su funcionalidad, las sillas se elevan a protagonistas conceptuales, demostrando cómo el mobiliario puede ser narrador de ideas, emociones y sensaciones en obras culturales de alto nivel.

La luminaria Taj de Kartell, diseñada por Ferruccio Laviani, aporta una iluminación minimalista y escultórica que complementa la atmósfera elegante y contemporánea.

El videoclip no solo rinde homenaje a las Louis Ghost, sino que también incluye referencias a otros objetos de diseño característicos de Kartell como Taj diseñada por Ferruccio Laviani, que aparece en uno de los planos del recién estrenado videoclip. Presentada en 2012, esta luminaria traslada el minimalismo escultórico a la iluminación doméstica. Fabricada en PMMA mediante moldeo, integra una línea LED continua, sin bombilla a la vista, que refuerza su silueta arqueada y compacta. Su perfil monolítico, sin juntas ni brazos articulados, encaja con naturalidad en la escena, complementando las formas curvas del espacio y reforzando la estética contenida y elegante que atraviesa todo el videoclip.

Con esta aparición, Kartell suma otro de sus iconos del diseño contemporáneo al universo audiovisual de Bad Gyal. La inclusión de Taj refuerza el compromiso de la marca con la innovación estética y su capacidad de dialogar con lenguajes visuales actuales, donde el diseño no solo decora, sino que comunica.