Destacan soluciones multifuncionales que optimizan cada rincón y la riqueza táctil de tejidos y texturas

La interiorista Silvia Trigueros identifica para 2026 un escenario definido por espacios más versátiles, sensoriales y orientados al bienestar. La demanda de soluciones que optimizan el uso de cada metro disponible, junto con el creciente interés por materiales táctiles y sistemas que permiten zonificar sin obra, está configurando las principales líneas del interiorismo para el próximo año. La convergencia entre mobiliario multifuncional, revestimientos con textura y cerramientos que mejoran la funcionalidad responde a nuevas formas de habitar que requieren flexibilidad, confort y eficiencia en viviendas, oficinas y entornos contract.

Divah a través de su catálogo de paneles correderos y cerramientos, ofrece soluciones técnicas y estéticas que permiten delimitar espacios sin necesidad de obras, logrando acabados minimalistas y personalizables.

La demanda de espacios híbridos y sensoriales continúa en ascenso en Europa y será un factor determinante en las tendencias decorativas de 2026. En los últimos años, la manera de habitar los espacios ha experimentado un cambio profundo: el teletrabajo, la reducción de metros útiles en las viviendas y la necesidad de mayor flexibilidad en oficinas han modificado las prioridades del usuario final. En este contexto, el sector del interiorismo perfila una hoja de ruta clara para 2026, centrada en soluciones más humanas, funcionales y sensoriales. La combinación de mobiliario versátil, el creciente protagonismo de las texturas en superficies y el uso estratégico del acristalamiento como recurso arquitectónico configuran un escenario en el que estética y funcionalidad convergen de manera coherente.

Esta orientación, ya visible en proyectos residenciales y contract, cuenta con el respaldo de la interiorista Silvia Trigueros, profesional con más de dos décadas de trayectoria, autora de proyectos en diversas ediciones de Casa Decor y responsable de un estudio que prioriza la funcionalidad, la sostenibilidad y la experiencia sensorial en el diseño de interiores.

La arquitectura de interiores exige actualmente piezas capaces de adaptarse a diferentes usos y situaciones, más allá de resolver funciones concretas. Elementos como sillas, mesas, estanterías o auxiliares deben poder transformarse o integrarse con flexibilidad, lo que los convierte en recursos esenciales tanto en viviendas como en entornos de trabajo.

En este contexto, empresas como Actiu han priorizado la sostenibilidad y la adaptabilidad en sus desarrollos. Un ejemplo es la silla Bee, un proyecto concebido inicialmente para colectividades que se ha convertido en referencia de versatilidad en ámbitos domésticos y contract gracias a su ligereza, su capacidad de apilado, sus opciones modulares y el empleo de materiales reciclables. “En 2026 la versatilidad será el criterio de compra y el marco de diseño. Buscamos piezas que soporten el cambio: que puedan servir de escritorio un día y de zona de trabajo colaborativo al siguiente; que faciliten el teletrabajo sin convertir la vivienda en oficina. La verdadera innovación no está en la complejidad técnica, sino en la capacidad de las piezas para integrarse en múltiples escenarios manteniendo la calidez y la dignidad del diseño”. - Silvia Trigueros

La riqueza textural se perfila como un factor clave en el diseño de interiores: papeles pintados, tejidos murales y revestimientos con relieve aportan profundidad y carácter a los espacios sin requerir intervenciones estructurales complejas.

En este ámbito, empresas especializadas como Arte International han desarrollado colecciones que trabajan materiales como lino, yute, terciopelo, bordados y papeles tejidos, ofreciendo soluciones que potencian la experiencia visual y táctil. Estas propuestas utilizan la textura como herramienta narrativa, permitiendo además modular la luz y la sombra para generar diferentes atmósferas dentro de un mismo espacio. “La textura aporta complejidad sin grandilocuencia; convierte una estancia en un relato sensorial donde cada superficie suma. En 2026 recomendaremos siempre añadir, aunque sea en un par de muros un mural que humanice el espacio y lo haga memorable”. destaca la interiorista Silvia Trigueros.

El uso de paneles y elementos de cristalería se consolida como una estrategia eficaz para zonificar espacios, mejorar la acústica y aportar orden compositivo en interiores contemporáneos. En este contexto, Divah, a través de su catálogo de paneles correderos y cerramientos, ofrece soluciones técnicas y estéticas que permiten delimitar espacios sin necesidad de obras, logrando acabados minimalistas y personalizables.

La implementación de estos sistemas responde a la demanda de modularidad en viviendas de menor tamaño, oficinas híbridas y entornos contract que requieren flexibilidad y control acústico. Para 2026, el diseño de interiores se orientará hacia la arquitectura del bienestar, priorizando espacios que integren soluciones versátiles que favorezcan la salud y que incorporen texturas elegantes y memorables.